Nombre: "Frozen Prince" [Príncipe Helado]
Fandom: Marvel Comics.
Autor: Lady Lucifer / Ororo.
Clasificación: NC-17.
Parejas: Thor/Loki y otras más por allí dando vueltas.
Género: AU.
ADVERTENCIAS: Abuso del sarcasmo y de la mala actitud de algunos personajes, habrá porno más adelante, así que beware!
Resumen: "El hijo de Laufey era un mito por donde se le viera. Era sabido en los nueve reinos que el rey jotun era terriblemente receloso con lo que era suyo, sobre protector de sus tesoros y de los secretos de su pueblo, y aquel príncipe era sin lugar a dudas lo más preciado para el rey, la clara evidencia de ello era el hecho de que nadie fuera de Jotünheim hubiese visto jamás al príncipe, y aquellos pocos que habían tenido el privilegio de verlo en las visitas al reino de los Jotun no podían decir mucho al respecto, príncipe Loki era escurridizo y cuidadoso, solo una sombra de ojos rojos.
Ororo.
“Frozen
Prince”
Capitulo 1:
Desde el reino de hielo.
Era solo un mito, un cuento que las
madres le contaban a sus hijos pequeños antes de dormir, o para entretenerlos
unos minutos.
Nada más que eso.
Un cuento que solo unos pocos creían
real, después de todo solo esos pocos habían sido los que lo habían visto con
sus propios ojos, pero ¿Cómo creerlo? ¿Cómo saber si no era una mentira?
Primero que nada todos en Asgard sabían
lo despiadados que eran los gigantes de hielo, todos sabían de sus resistentes pieles
azules y macabros ojos rojos, de su gran estatura y de la frialdad de su
corazón y de su sangre.
Todos sabían que quien reinaba sobre
todos ellos era el más despiadado, el más fuerte, el más imponente de todos los
gigantes de hielo, Laufey. Sabiendo eso, sabiendo cuan fuerte era, cuan malvado
podía ser, hacia que toda esta historia fuese difícil de creer, era demasiado
difícil de imaginar a Laufey en aquella situación, después de todo…
¿Cómo creer la historia de que el
hijo más preciado de Laufey, era un gigante de hielo pequeño y capaz de invocar
con plateadas palabras los más complicados hechizos?
¿Cómo saber
si era real o no?
El hijo de Laufey era un mito por
donde se le viera. Era sabido en los nueve reinos que el rey jotun era
terriblemente receloso con lo que era suyo, sobreprotector de sus tesoros y de
los secretos de su pueblo, y aquel príncipe era sin lugar a dudas lo más preciado
para el rey, la clara evidencia de ello era el hecho de que nadie fuera de
Jotünheim hubiese visto jamás al príncipe, y aquellos pocos que habían tenido
el privilegio de verlo en las visitas al reino de los Jotun no podían decir
mucho al respecto, príncipe Loki era escurridizo y cuidadoso, solo una sombra
de ojos rojos.
Thor
Odinson era uno más entre todas las personas en los nueve reinos que no podía
evitar preguntarse si aquel peculiar príncipe jotun era real o no. Las pocas veces que el rey de Jotünheim había
viajado a Asgard con su corte, su misterioso hijo no había estado entre estos,
claramente Laufey no quería que nadie viera siquiera a su joven príncipe, por
eso lo que se sabía de este eran solo unos pocos datos, los que el mismo Laufey
había mencionado alguna vez, en alguna reunión con Odin.
Thor sabía
que el príncipe jotun era solo un poco menor que él, que dominaba la magia como
ningún otro, que a pesar de vivir en el reino del hielo eterno poseía un
peculiar control sobre el fuego, pero mas allá de eso. Absolutamente nada. ¿Qué
tan poderoso era? ¿Qué tan diferente era a los demás de su pueblo? ¿Por qué el
rey Jotun era tan receloso? ¿Qué mas tenia el príncipe Loki que ocultar?
Decir que
el dios del trueno estaba curioso sobre todo esto era decir poco, la curiosidad
se estaba comiendo su interior de manera irreparable, la sola idea de alguien
así de poderoso y desconocido le daba escalofríos en niveles completamente
incomprensibles para él. Las historias que giraban en torno al príncipe de
Jotünheim, iban desde relatos imposibles a batallas campales de las cuales
existían pruebas.
Thor estaba obsesionado con este
príncipe fantasma.
Y era
mientras pensaba en aquel misterioso y poderoso príncipe que no estaba
escuchando absolutamente nada de lo que estaba diciendo su madre en ese preciso
momento.
-
“¿Thor?” – la suave voz de Frigga
le sacó de sus pensamientos, el rubio dios del trueno se volteó para mirar a su
madre con algo más de atención ¡Demonios! ¿Qué había estado diciendo?
-
“Dígame madre” – inquirió con voz
solemne, intentando recuperar un poco la compostura, demostrar de que algo de
atención había estado prestado, pero si
de algo estaba seguro, era del hecho de que nunca podría engañar a su madre,
ella sabía perfectamente de que no había estado escuchando nada.
-
“Estaba diciendo que debes
prepararte para el banquete de esta noche, recuerda que tenemos invitados importantes” – le dijo mientras
acariciaba entre sus bellas manos una de las capas de su hijo, de un fuerte
color rojo, suave, pesada y realmente elegante, digna de un príncipe
asgardiano.
-
“¿Invitados?” – Thor le miró con
curiosidad, no recordaba bien quien se suponía que vendría al reino, algún
emisario importante quizás.
-
“¿No escuchaste lo que
dijo tu padre?” – preguntó la mujer con una ceja arqueada y mirada de reproche, el joven
rubio se sintió tan pequeño bajo la mirada escrutadora de su madre, la mejor
opción era ser honesto ante esta.
-
“No” – respondió con completa sinceridad
a lo que su madre simplemente soltó un largo suspiro, resignada – “Entonces ¿Invitados?” – volvió a
preguntar, esperando esta vez obtener una respuesta.
-
“Si” – dijo Frigga algo
cortante – “El rey de Jotünheim y su
corte viene para firmar un pacto con Asgard” – continuó con voz seria – “Un pacto que nos dejará con un embajador
jotun en Asgard, algo que nunca antes había sucedido”
-
“Siempre hay una primera
vez para todo” – le devolvió el rubio con una leve sonrisa.
-
“Por supuesto. Así que tu
padre y yo esperamos que actúes como el digno heredero que eres” – le dijo – “No podemos dejar que el rey Laufey se quedé
con una mala imagen de Asgard”
-
“¿El rey? ¿Realmente
vendrá el mismo rey Laufey a hacer el pacto?” – Thor miro complemente atento a su
madre, ahora tenía absolutamente toda su atención en ella, la que simplemente
sonrió.
-
“Si, el rey mismo” – le respondió secamente
– “Así que debes prepararte como
corresponde, como el príncipe de Asgard que eres” – dijo Frigga.
-
“Por supuesto madre” – le respondió con una
sonrisa amplia.
Tras
aquella satisfactoria respuesta Frigga salió de la habitación de su hijo para
así brindarle la privacidad que necesitaba para prepararse. Thor miró a su
madre partir y sonrió de medio lado ¿Qué probabilidades existían de que el
misterioso príncipe jotun viniera a Asgard acompañando a su padre? Así que con
eso en mente comenzó a arreglarse, preocupándose de cada detalle, tal como le
había prometido a su madre, daría la mejor de las impresiones a sus invitados.
-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-
-
“No creo que sea necesario
que asistas a los preparativos” – Dijo con aquella voz profunda, voz que para cualquier
otro podría parecer cargada de frialdad, pero que para el otro estaba llena de
cierta preocupación. Un par de ojos rojos le miraron con suma atención.
-
“Si” – le dijo con firmeza – “Es necesario Padre” – le respondió con
voz suave y cuidadosa, como una brisa tranquila de invierno – “Según el pacto, me quedaré en Asgard como
embajador de Jotünheim”. – continuó mientras arreglaba su capa sobre sus
hombros – “Así que más vale empezar desde
ya.”
-
“Lo sé Loki, pero siento
que es demasiado pronto.” – le dijo dejando que algo de su preocupación se mostrara en
sus siempre crueles ojos rojos. El joven príncipe soltó un largo suspiro,
estaba acostumbrado a la sobreprotección de su padre, había vivido eternidades
vigilado por los atentos ojos rojos del rey Laufey, pero ahora, las
circunstancias eran otras, este era el momento para demostrar sus habilidades,
Loki sabía que podría lograr una paz duradera entre ambos reinos, dejando en el
pasado remoto todas aquellas batallas que habían manchado de sangre las manos
de ambos reyes.
-
“Para ti padre, siempre
será demasiado pronto” – le respondió con una pequeña sonrisa en los labios. Los
gigantes de hielo eran conocidos por ser seres terriblemente fríos y serios,
pero pocos eran los que llegaban a saber que debajo de todas esas capas de
hielo realmente podían llegar a preocuparse. – “Pero tiene que hacer, sabes que solo yo puedo hacer este trabajo, solo
yo tengo las habilidades para hacer este trabajo” – le dijo con voz suave.
-
“Quizás tengas razón.” – le devolvió algo reticente
de darle la razón a su hijo.
-
“Sé que la tengo” – Laufey desvió la mirada de
su pequeño hijo, que de pequeño solo tenía el tamaño en comparación al pueblo
Jotun, porque en relación a los asgardianos, su hijo era de estatura promedio,
de complexión delgada pero firme, piel suavemente azul clara, ojos rojos y
cabello negro, rasgo que solo era propio de Loki, rasgo que solo lo hacía aun
mas especial para su padre y su pueblo, que le hacia único.
Su padre le
sobreprotegía a pesar del hecho de que podía cuidarse perfectamente bien, era
poderoso, en lo referente a magia no había nadie en los nueve reinos que
pudiese comparársele, pero no quitaba el hecho de que lo protegiera como el
tesoro más grande que poseía, como si temiera que el mundo pudiese causarle
daño a su preciado hijo, lo cual era bastante remoto de que sucediera, Loki
tenia suficiente poder para hacer lo que quisiera.
-
“Está bien” – soltó el gigante de hielo
a regañadientes, a lo que su hijo sonrió levemente, Laufey suspiro ante el
gesto, siempre había adorado la sonrisa traviesa del príncipe.
-
“Vamos entonces” – dijo Loki Laufeyson
envolviéndose en su elegante capa verde, listo para emprender el viaje hacia el
reino dorado de Asgard.
Los dos
jotun salieron del palacio rumbo a uno de los tantos portales que el mismo Loki
había abierto hacia Asgard, el que los dejaría directamente en el Bifrost, en
donde un sequito asgardiano del estaría esperando para recibirles y darles la
bienvenida.
Laufey
lideraba el sequito, seguido por dos guardias y algunos hombres de la corte,
Loki se paseaba entre ellos con paso ligero, silencioso como una sombra, con su
capa ondeando a cada uno de sus movimientos.
-
“¡Loki!” – pudo escuchar la voz de su
padre llamándole, se acercó hasta estar junto a él.
-
“¿Si padre?” – inquirió con cuidado.
-
“Quiero que estés junto a
mi, no te alejes” – le dijo con cierta aprehensión, Loki no puedo evitar rodar
los ojos ante esto, no habían siquiera salido de Jotünheim y ya estaba siendo
exagerado.
-
“Padre…” - Iba a comenzar en tono de
reproche cuando miró los ojos de su padre, aquellos ojos rojos completamente
firmes y serios, los que mostraban que no estaba dispuesto a escuchar un no de
parte de su hijo.
-
“Está bien padre” – vencido prefirió no decir
nada más y quedarse junto a su padre, en donde los ojos de este pudiesen
vigilarlo de cerca.
Fueron solo
segundos, en un momento estaban en el frio Jotünheim y al siguiente momento
estaban frente a la brillante Asgard, la magia del príncipe Jotun había hecho
del viaje una experiencia simple y sin grandes detalles, como caminar a través
de un umbral. Loki abrió sus ojos rojos
en sorpresa al momento en que el sequito se detuvo en Asgard, podía sentir el
calor del sol calentando su piel, estaba realmente maravillado con lo
resplandeciente de aquel reino, con gran razón era que recibía el nombre de
reino dorado.
Loki se
removió algo incomodo en sus pesados ropajes, su padre le miró de reojo antes
de clavar su mirada escarlata en el sequito de bienvenida, liderado por nada
más y nada menos que Odín mismo, envuelto en su capa y e armadura ceremoniales
les sonrió.
-
“Sean bienvenidos a Asgard”
– los
ojos rojos de Loki se clavaron ahora en las personas que les estaban
recibiendo. De pie en el centro del grupo de personas se encontraba Odín, rey
de Asgard, a su lado un joven de cabello rubio e impactantes ojos azules, el
príncipe de Asgard si Loki no se equivocaba. Detrás de estos habían cuatro
individuos, los que debieran ser los tres guerreros y Lady Syf, acompañantes
del príncipe asgardiano. El príncipe jotun sonrió, por suerte se había tomado
algo de tiempo para indagar en datos y documentos con respecto a Asgard y sus
guerreros, con esa información estaba un paso adelante, ya que estaba mas que
seguro que los otros no tenían nada de información sobre el, detalle por el
cual tenia que agradecer a su padre.
-
“Es todo un placer estar
aquí” – respondió
Laufey con voz solemne. Loki sonrió de medio lado, para luego mover una de sus
manos y envolver en un hechizo a todos los que venían con él, incluyendo a su
padre. Una vez que el hechizo estuvo finalizado todos los jotun presentes ahora
mostraban una estatura promedio, lo que haría su estadía en Asgard mucho más cómoda.
-
“Muchas gracias Loki” – dijo su padre en un
susurro, para luego mirar a los asgardianos, los que mostraban sendos rostro de
sorpresa ante tal magnifico desplante de magia.
-
“Eso fue…interesante” – soltó Odín mirando a
Laufey, ahora sin tener que levantar la mirada.
-
“Mi hijo, mi mayor
orgullo, uno de los hechiceros mas poderosos de los nueve reinos” – dijo Laufey con orgullo en
su voz, Odín movió la cabeza en asentimiento.
Tras ese
breve intercambio de palabras ambos reyes comenzaron a hablar sobre uno que
otro detalle mientras caminaban por el
Bifrost hacia la ciudad, Loki no podía evitar estar maravillado con cada cosa
que observaba, aunque había algo que le estaba preocupando un poco, y eso era
el cambio brusco de temperatura, estando en Jotünheim nunca tenia esta clase de
problemas, pero teniendo en cuenta el clima de Asgard no creyó que se vería
afectado tan rápida y bruscamente, pero así era, podía sentir como los rayos de
sol no solo calentaban su piel, sino que la cambiaban también. Esa era una de
las desventajas de ser un jotun cambia forma, algunas veces los cambios bruscos
de temperatura le hacían cambiar sin que pudiese controlarlo.
-
“¿Estás bien Loki?” – escuchó que su padre le
preguntaba, el joven movió la cabeza en asentimiento mientras subía la capucha
de su capa para así poder cubrir el cambio, no quería preocupar a su padre más
de lo estrictamente necesario, no cuando había cosas mas importantes con las
que lidiar, como lo era el pacto.
-
“Si padre, estoy bien” – le respondió mirando sus
manos, las que ahora mostraban un saludable color rosado, tan parecido al color
de piel de los asgardianos. Con un movimiento estas se cubrieron con unos
guantes negros.
Para no
molestar más a su padre, Loki prefirió caminar detrás de este, para que así no
pudiese percatarse del cambio, para que pudiese seguir hablando con Odín sin
distraerse, pero al cambiar de lugar alguien más pareció tomar atención en su nueva
presencia.
-
“¿Príncipe Loki?” – Escuchó una voz cerca de
él, Loki desvió la mirada hacía el origen de aquella voz, olvidando por un
segundo que ahora toda su apariencia física había cambiado. – “Verde” – Loki entrecerró sus ojos mirando
al príncipe de Asgard, el que ahora le miraba con aquellos ojos celestes
abiertos en sorpresa – “¿Puedes cambiar
de forma?” – preguntó, a lo que el
príncipe Jotun meditó si responder o no,
una parte de él decía que guardara silencio y regresara junto a su padre sin
decir nada más, pero otra parte de él le decía que si no respondía el otro
príncipe insistiría hasta tener una respuesta, después de todo, parecía de esa
clase de personas.
-
“Si” – le respondió secamente,
intentando ocultar su rostro tras la capucha.
-
“¡Eso es maravilloso!” – exclamó feliz, deleitando
la vista en la nueva apariencia del príncipe Jotun. Por más que Loki intentara
ocultar su nueva apariencia una caprichosa ráfaga de viento empujaba la capucha
hacia atrás, dejando a la vista el cambio.
La piel
humana de Loki era pálida en comparación con la de Thor, la que había sido
acariciada por el sol durante muchos años, lo que le daba un color tostado
agradable a la vista, la nueva piel pálida del príncipe Jotun hacia un perfecto
contraste con su aun negro cabello, a eso se le sumaban sus ahora
antinaturalmente verdes ojos, todo esto le hacia una vista aun más llamativa
que antes. El príncipe asgardiano no podía negar que el príncipe jotun parecía
estar lleno de sorpresas.
-
“Lo que sea” – Loki desvió la mirada del
rubio, rindiéndose en sujetar su capucha si esta insistía en caer, ya después
tendría que hablar con su padre, el que ahora le estaba mirando con ojos
preocupados. El de cabello negro solo movió la cabeza negativamente, dándole a
entender a su padre de que no se preocupara y de que después podrían hablar más
tranquilos.
Continuaron
caminando con calma, intercambiando palabras, bueno, los dos reyes
intercambiaban palabras, Loki se mantenía del lado de su padre, lo más lejos posible
de la curiosidad asgardiana, mientras que el príncipe Thor se reunía con sus
amigos con una amplia sonrisa en sus labios. Así que era verdad, el príncipe
Jotun era real, y era tan impresionantemente llamativo como las historias lo
hacían sonar.
-
“¿Es quien creo que es?” –
le
preguntó Fandral a Thor con una media sonrisa en los labios y con un peculiar
brillo en sus ojos claros.
-
“Si. Loki Laufeyson, el
príncipe de Jotünheim” – le respondió sin dejar de sonreír, los tres guerreros le
miraron con sorpresa.
-
“¿En serio?” – inquirió Lady Syf con
curiosidad, pasando la vista de Loki a Thor.
-
“Si, completamente seguro
mi lady” – dijo Thor con voz firme – “No puedo
creerlo, jamás pensé que tendría la oportunidad de conocer al legendario
príncipe jotun” – soltó mas para sí mismo que para sus amigos.
-
“Nosotros tampoco” – le dijo Fandral con una
sonrisa encantadora – “¿Crees mi buen
amigo Thor que tenga la piel tan fría como su mirada?” – el rubio príncipe
se volteó de inmediato a mirar a su amigo ante esas palabras, Thor no tenia que
ser adivino para saber que es lo que estaba pensando Fandral en ese momento.
-
“Fandral” – soltó con cierto reproche en su voz – “No vayas a hacer algo que pueda traernos
problemas” – dijo – “Recuerda que es
el príncipe jotun, no cualquier joven o doncella al que puedes seducir hasta tu
cama sin consecuencia alguna.” – La voz de Thor había sonado enfadada, por
alguna razón, la sola idea de que Fandral sedujera al príncipe le había
molestado demasiado.
-
“Lo sé mi buen amigo Thor,
eso solo lo hace aun mejor” – Lady Syf se llevo una mano al rostro en derrota,
realmente no se podía hacer entrar en razón al otro guerrero cuando se le
metían esta clase de cosas en la cabeza, ya verían que tan bien le iría con el
príncipe de Jotünheim.
-
“No vayas a arruinarlo
Fandral” – soltó Hogun con su voz firme y siempre seria – “Lo que dice Thor es verdad, es un príncipe, puede que tus avances le
molesten y arruines el tratado todo por una calentura del momento”
-
“Está bien, está bien” – respondió el rubio sonriendo,
aunque por la mirada que le dio a la silueta del príncipe de Jotünheim estaba
mas que claro que no dejaría las cosas hasta allí.
Thor
simplemente prefirió dejar de lado la conversación y concentrarse en admirar la
espalda del príncipe Jotun, el que caminaba con paso firme y seguro junto a su
padre. El rubio príncipe asgardiano había escuchado de las intenciones de que
uno de los emisarios de Jotünheim se quedara en Asgard en calidad de embajador,
Thor realmente esperaba de que ese fuese el príncipe Loki, lo que significaría
que se verían seguido.
Una sonrisa
se dibujo en los labios de Thor ante esto último, ante la posibilidad.
-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-
El tratado entre
Jotünheim y Asgard había sido un completo éxito, ambos reyes habían llegado a
numerosos acuerdos que beneficiarían a sus pueblos de muchas maneras, al fin
años de disputas y diferencias se dejaban atrás para así dar paso a una nueva
generación de paz entre los dos reinos. Las cosas habían comenzado a cambiar.
Terminados
los acuerdos no quedaba más que llevar a cabo los festejos correspondientes,
los preparativos en el gran salón ya estaban listos, comida, bebida, música y
festividad lista para dar la bienvenida a los nuevos aliados de Asgard. Las
enormes puertas doradas se abrían para la comitiva de Jotünheim, saludándoles
con bitores y clamores dignos de cualquier rey y su sequito.
-
“Entonces, el joven
príncipe Jotun se quedara aquí” – dijo Odín mientras caminaba hacia el salón principal
acompañado por Laufey, el cual movió la cabeza en afirmación, aunque por dentro
no podía dejar de estar preocupado por ese detalle.
-
“Sí, mi hijo quiere
quedarse aquí y convertirse en el embajador, en el intermediario entre ambos
reinos” – le
respondió el rey de Jotünheim - “Además, quiere aprovecha de conocer Asgard,
de aprender de su gente, de sus costumbres, quiere ampliar sus conocimientos”
-
“Eso no lo dudo” – respondió el asgardiano – “Pero igualmente, ser el embajador trae
consigo una enorme responsabilidad.”
-
“Lo sé, pero confío plenamente
en mi hijo para llevar acabo aquel papel” – respondió con orgullo – “Estoy seguro de que estará bien.” – Y
Laufey no dudaba de que sería así.
-
“Me gustaría que mi hijo
fuese tan responsable como el joven príncipe Loki” – dijo Odín soltando un
suspiro, Laufey le miró con curiosidad brillando en sus ojos rojos.
-
“¿Por qué dices eso?
¿Acaso tu hijo no es el mayor guerrero en toda Asgard? Eso se sabe en cada uno
de los 9 reinos, del poder del joven príncipe Thor” – inquirió con voz solemne,
Odín rio.
-
“Lo es, realmente lo es” –
se detuvo
un segundo – “Pero se necesita mucho más
que ser el más poderoso guerrero para
ser rey” – dijo con voz cansada – “Como
bien debes saber.”
-
“En ello tienes razón. Se
necesita más que eso” – le respondió – “Se
necesita templanza y sabiduría.”
-
“Cosas las delas que mi
hijo parece carecer.” – dijo con completa honestidad.
-
“Quizás solo necesita de
alguien a su lado que le contribuya con aquellas cualidades” – soltó Laufey intentando
ayudar en la calamidad que parecía ser el hijo de su nuevo aliado. Jamás creyó
que Thor, el príncipe heredero de Asgard aun estuviese tan lejos de ser el
príncipe perfecto que el reino necesitaba, al parecer aun le quedaba camino por
recorrer al joven dios del trueno.
-
“Creo que tienes mucha
razón, mucha razón” – Ambos se adentraron en el inmenso salón de fiestas, el que ya
estaba repleto de gente, de comida entrando y saliendo, de música resonando en
sus amplias paredes. Laufey pudo ver a su hijo sentado en el centro de la mesa
que ocupaban los demás jotun de la corte. – “Quizás tu hijo pueda ayudar al mío” – escucho que decía Odín a su
lado, Laufey le miró.
-
“No sé si Loki tenga la
suficiente paciencia” – soltó con cierta duda, después de todo conocía lo suficiente
a su hijo como para saber que no se prestaría para ayudar a alguien como el
príncipe de Asgard así como así. – “O el
suficiente interés” – la mayoría de las cosas que hacia Loki, las hacia por
interés, mientras mas interesante o difícil pareciera algo, mas inmiscuido en
el asunto se volvía.
-
“Allí veremos que se puede
hacer.” – le
dijo Odín clavando sus ojos en el príncipe Jotun, con su cabello negro y su
piel pálida, con esos curiosos ojos verdes, mirando y captando todo a su
alrededor. Loki podría ayudar, y no solo como embajador, podría ayudar a Thor,
al reino. Una idea comenzó a asentarse en la cabeza del rey asgardiano, una
idea que tomaría tiempo llevar acabo, pero de la cual tenia esperanzas.
Podría
cambiar el futuro de ambos reinos para siempre.
-
“Allí veremos.”
Fin del capítulo 1.
0 comentarios:
Publicar un comentario