10 de marzo de 2011

“Al ritmo de la mafia” Capitulo 02

Publicado por Ororo
Aquí les traigo el capitulo dos, la historia comienza a tomar forma, realmente me gustan los mafiosos y las historias misteriosas e intrincadas.


No duden encomentar~



"Al ritmo de la mafia"


Capitulo 2
El sol acariciaba con sus rayos los techos de las casas y de las tiendas cercanas, sin olvidar a las personas que aun a esa hora ya estaban comenzando su día, transitando rumbo a sus destinos, institutos, trabajos, etc.…Después de todo, eran recién las ocho de la mañana y ya había movimiento en la ciudad, aunque de hecho este parecía no detenerse nunca…Los propietarios de las tiendas comenzaban a abrir, la gente a trabajar, todos cumpliendo con el deber que debían llevar a cabo a esa hora de la mañana…Y por supuesto, la pequeña pero conocida pastelería “Pink Pumpkim” no era la excepción, su dueño era un joven que no parecía de mas de 22 años, de cabello corto negro y de una peculiar forma de ser, llevaba puesto un llamativo polerón rosado y unos jeans algo desgastados, estaba concentrado sacando los candados que aseguraban la entrada de la tienda…

- Otra vez temprano Sungmin…- dijo a modo de saludo la vecina de la tienda de al lado…

- Por supuesto que si, así los pasteles están frescos para la tarde…- dijo el joven pastelero con total seguridad sin dejar de sonreír…

- Y ¿Cómo están las cosas con tu familia? – interrogo la mujer, la cual parecía solo unos 5 años mayor que Sungmin…

- Como siempre no mas…

- Ahh…continúan peleados…- concluyo ella entendiendo la respuesta de inmediato…

- Tu lo has dicho…- soltó despreocupadamente- pero bueno, esas cosas suceden, que tenga un buen día…- finalizo el joven de nombre Sungmin entrando a la tienda para comenzar a ordenar todo, su asistente y amigo llegaría dentro de poco…

Sungmin se había ido de su casa a los 18 años, por conflictos entre el y su familia, conflictos relacionados con el novia que durante ese tiempo había tenido, es que al parecer sus padre no entendieron mucho eso de que su hijo estaba emparejado con un hombre, y bueno…Sungmin muchas veces había visto o escuchado historias parecidas a la suya, así que para hacer las cosas mas simples y fáciles, no solo para el, sino que también para su familia, decidió irse de la casa…De esa manera se ahorro mas malos ratos y traumas que después pudiera tener, y fue gracias a un amigo que había podido abrir su pastelería, en donde no solo trabajaba sino que vivía también, ya que había acondicionado el segundo piso como departamento, así que no podía pedir mas, trabajada en lo que amaba y vivía bien…

- ¡¡¡Hola!! ¡¡Lamento la tardanza!!- se escucho que decía una voz proveniente de la puerta trasera de la tienda…

- No te preocupes llegaste a tiempo…- le respondió Sungmin, su compañero de trabajo, asistente y amigo, era Shindong, un chico algo mas alto que el y de contextura gruesa…- Tu termina de abrir la tienda, que yo comenzare a cocinar…

Tras decir eso, Shindong se dirigió al mesón y comenzó a ordenar algunas cosas que estaban fuera de lugar, y fue mientras hacia esto que recordó algo bastante importante…

- Sungmin ¿Cuando pretendes poner el anuncio?

- ¿Cuál anuncio?

- Tú sabes a cual me refiero…

- Ahh el de “se necesitan meseros”- inquirió entendiendo al fin…

- Exacto…se supone que esta tienda también trabaja como café, pero es un tanto difícil si solo estamos nosotros dos…

- Lo se…de hecho lo había olvidado por completo…- soltó Sungmin con expresión pensativa- Hoy mismo coloco el anuncio…

- ¡¡Así se hace!!

- Es que como llevamos tanto tiempo trabajando solo los dos que había olvidado la idea inicial de hacer de esta tienda un café…

- ¿Cómo se te puede olvidar algo así? Tu mismo eras el de la idea…

- Lo se, lo se, pero a veces el trabajo y todas esas cosas te hacen olvidarte de detalles como ese…- le respondió el pastelero con una sonrisa…

Tal como el joven pastelero acababa de decir, se interno en su oficina, aquella que estaba ubicada a un lado de la cocina, abrió cajones y rebusco entre sus papeles, hasta que finalmente encontró el dichoso cartel con el anuncio previamente señalado, tras tomarlo se dirigió a la puerta y lo coloco, mientras que Shindong traía las tortas y pasteles que habían preparado la noche anterior…

- Ves…allí esta…- soltó Sungmin…- Ahora me voy a preparar los pedidos para hoy, cualquier cosa me avisas…

- Por supuesto- le respondió Shindong, por mas que esta fuera la rutina de todos los días, rutina que habían seguido por ya varios años, no se aburría de hacerla, quizás porque el pastelero era divertido o porque hacer pasteles lo era, quizás era un poco de ambas…

De esa manera Sungmin se interno en la cocina a trabajar, mientras que Shindong daba por iniciada la jornada de trabajo al cambiar el letrero de la puerta de “cerrado” a “abierto”…

Quizás al destino le gustaba jugar con la vida de las personas, siendo estas hilos fáciles de mover, o quizás simplemente estos hilos acaban por enredarse los unos con los otros, para así formar un gran e intrincado tejido imposible de disolver…Pero no importaba la clase de respuesta que podía llegar a concebirse…era hora de que ciertos hilos comenzaran a entretejerse, demostrando de esta manera lo extraño y retorcido que podía llegar a ser el destino…

Un joven caminaba por entre las tiendas rumbo al instituto, debiera tener con suerte unos 17 años, a su lado le acompañaba su hermano mayor, este último no llevaba uniforme, debiera estar en la universidad…

- ¡¡Hyung!! ¡¡Mira esta es la pastelería de la cual te hablaba la otra vez!!- señalo el adolescente apuntando justamente a la pastelería “Pink Pumpkin”

- Si no nos apresuramos llegaremos tarde Key… - le medio regaño su hermano mayor…

- ¡¡Kyuhyun-hyung!! Yo solo te estaba diciendo, no tienes porque ponerte así de antipático…


Los dos chicos continuaron su camino, sin percatarse que un rostro de delicados rasgos les seguía con la mirada, admirándoles desde su tienda…Los hermanos llegaron a una bifurcación del camino, donde cada uno siguió su rumbo, Key al instituto y Kyuhyun a la universidad…Este último caminaba a paso tranquilo, cuando de repente sonó su teléfono celular…

- ¿Diga?- interrogo contestando la llamada, la cual como era la costumbre provenía de un numero desconocido…

- “¿Cómo has estado? Hace tiempo que no he sabido nada de ti”- se escucho que le decía una voz distorsionada del otro lado de la línea… El joven de nombre Kyuhyun frunció el ceño ante esto…el por supuesto, había reconocido el tono de voz y las palabras, el sabia perfectamente con quien hablaba…

- ¿Qué es lo que quiere?- pregunto de manera cortante…- ¡Ya cumplí con mi trabajo así que no me busque mas!…- tras esas palabras corto la llamada…¡¿Qué se creía ese tipo?! ¿¡Que podía llamarle cada vez que quisiera!? ¡¡Eso no!! El tenía una vida a pesar de todos, no tenia en sus planes trabajar en ese tipo de cosas toda su vida, quería salir adelante y dejar todo lo demás en el pasado…

De repente recordó algo de gran importancia, la llamada de ese tipo le había hecho divagar a tal nivel que se había olvidado de todo lo demás, miro su reloj de muñeca para percatarse de algo grave…

- ¡¡¡Voy a llegar tarde!!!

* * * * * * * * *

Vagaba sin un lugar concreto al cual dirigirse, lo único que llevaba consigo era un bolso al hombro con algunas de sus cosas, ropa, su libreta, sus documentos, etc y por supuesto, llevaba su más preciado tesoro sujeto firmemente…su violín…

Había tomado la decisión de entrar en una afamada academia de música, así que en su afán de cumplir su sueño y notando que tenia habilidades en ello, sus padres esforzándose mucho le habían brindado toda la ayuda que ellos podían entregarle, por lo cual le habían entregado el dinero para la inscripción y la el viaje, dejándolo a el con el enorme y preocupante problema de lidiar con el dinero para sobrevivir en aquella ciudad completamente desconocida y nueva para el…Es así como solo contaba en el bolsillo con el dinero de la inscripción, el cual no gastaría por nada del mundo, mas aun tomando en cuenta de que las inscripciones comenzarían dentro de una semana, tendría que sobrevivir de alguna manera, necesitaba con urgencia un trabajo, por lo menos uno de medio tiempo…

Era ya su segunda noche en aquella ciudad nueva, y el hambre ya le estaba ganando, ¿Qué se supone que haría?, necesitaba con gran urgencia conseguir un trabajo para poder sustentarse antes de entrar a la academia…Sumado a ello estaba el hecho de que apenas tenia 18 años, a los ojos de cualquier persona, aun continuaba siendo un niño, como podría lograr algo si lo único bueno que hacia era tocar el violín y cantar, lo cual según muchas personas hacia con gran maestría…

El joven Henry Lau sonrió para sus adentros, quizás podría ganar algunas monedas haciendo lo que mejor hacia, quizás si tocaba el violín en alguna esquina podría ganar algo, solo lo haría hasta que tuviera el dinero suficiente como para poder comer algo…

Así que ubicándose en una esquina que él considero bastante transitaba y conveniente, acomodo sus cosas, saco su violín y lo coloco sobre su hombro, y fue allí que tras un largo suspiro, comenzó a tocar…al instante varias personas que pasaban por allí se voltearon a escuchar tan bella melodía, sin olvidar que se detuvieron a admirar al hermoso joven que tocaba tan maravillosamente, porque eso hay que decirlo, Henry poseía una belleza que rayaba en lo infantil, rasgos suaves y con rostro algo redondo…

Ya daban las cuatro de la tarde para cuando decidió que ya había tocado lo suficiente como para poder comer algo…y exactamente como había pensado tenia el suficiente dinero como para comer hoy y mañana, ya después se preocuparía por lo demás, así que guardando el violín en su caja, el dinero en su bolsillo y colocándose sus pertenencias al hombro se encamino a la primera tienda que encontrara en el camino, una vez allí, compró algunas cosas para comer enseguida, mientras que otras tantas las guardo en su bolso para así tener algo que comer mas tarde, su rostro mostraba una expresión se satisfacción consigo mismo y de felicidad, había logrado solucionar uno de sus problemas, aunque sea a corto plazo, por lo menos esto demostraba que poco a poco las cosas comenzaban a mejorar, aun necesitaba conseguir un trabajo, después de todo necesitaba sobrevivir para así poder inscribirse en la academia de música, y así cumplir su sueño…

Poco a poco los minutos comenzaron a transcurrir y así las horas también, el cielo comenzaba a oscurecerse, Henry mientras tanto, no dándole importancia a la hora, admiraba la ciudad en la cual se encontraba, con sus altos edificios, con la gente que iba de un lado a otro vestida llamativamente, el bullicio de los autos en la calle y por supuesto aquel maravilloso cielo estrellado, no es que su ciudad natal fuera muy diferente a esta, pero el solo hecho de estar lejos del lugar en donde había crecido le hacia maravillarse con cosas muy simples, como era el caso de su entorno…Solo era cosa de tiempo para que la suerte comenzara a sonreírle, como el estaba seguro que haría…todo estaría bien…

Se detuvo frente a la vitrina de una tienda de instrumentos musicales, algo le había llevado a detenerse allí justamente, estando allí de pie, admiro con deseo un precioso violín eléctrico de un impecable color blanco, dentro de su ser algo pedía tener en sus manos ese precioso violín, como le encantaría acariciarlo con sus manos…pero el sabia que aquello no era posible…no a menos que trabajara y estudiara con todo su corazón…Fue allí que frente a ese maravilloso violín, que Henry se prometió a si mismo que algún día tendría un violín tan hermoso como ese…

Así que no queriendo sufrir mas al contemplar aquello que aun no podía tener, comenzó a caminar alejándose de aquella tienda, sin pensar en un lugar concreto al que llegar, o mas bien sin saber ninguno…Y estaba en eso, entretenido mirando a su alrededor, nuevamente perdido en la contemplación de las cosas que le rodeaban que no se percato de la hora y mucho menos del lugar por el cual estaba transitando en esos momentos, hasta que de repente la luz que alumbraba la calle comenzó a parpadear, un escalofrío recorrió su espina dorsal al comprobar con terror, como finalmente la dichosa luz se apagaba, dejándole en una oscuridad que no pensó que le atraparía…pero eso acabo allí, al contrario, el escalofrío y el terror en su cuerpo aumento al sentir pasos acercándose hacia el, ante tal oscuridad no podía saber desde donde venían…aguantándose su nerviosismo creciente y el miedo que comenzaba a correr rápidamente por sus venas, aceleró el paso, buscando un lugar en el cual poder refugiarse…pero parecía que esa noche la suerte le acababa de abandonar, ya que rápidamente pudo notar que todas las tiendas cercanas habían cerrado ya…dobló en una esquina esperando que en su carrera aquel que le perseguía se detuviera, estaba ya respirando aliviado al percatarse de que los pasos se alejaban cuando un par de brazos le atraparon por la espalda, envolviéndole con fuerza el cuello y la cintura, dejándole sentir con suma claridad el dilo de un cuchillo acariciando su garganta…

- Por favor no me haga daño…- suplico el joven violinista con voz quebradiza…pero ninguna voz le respondió, simplemente pudo sentir como el individuo a su espalda le arrastraba por la oscuridad de las calles, buscando un lugar aun mas oscuro…al percatar se de esto Henry intento gritar, pero el cuchillo rozo de manera peligrosa su rostro, sintiendo como parte de ese filo se abría paso en su piel…- Por favor…- nuevamente suplico sin poder evitar que las lagrimas comenzaran a deslizarse por su rostro, sintiéndolas arden al rozar la herida recién hecha…

Cuando la oscuridad le envolvió por completo, el pánico se apodero de su cuerpo impidiéndole incluso forcejear contra su agresor, el cuchillo amenazante en su garganta le limitaba sus oportunidades para poder pedir ayuda…comenzó a sentir terror cuando una mano ajena se adentro por su ropa acariciando su pecho con lujuria…

- ¡¡Auxilio!!- grito cuando tubo la oportunidad, en un momento que el cuchillo se alejo un poco de su piel, grito con toda sus fuerzas deteniendo de esta manera a su agresor, este al notarse frustrado en su intento por adentrar su mano en el interior del pantalón del joven lo arrojo con gran fuerza e ira al suelo, para luego colocarse sobre su cuerpo para así evitarle el escape…

El pobre violinista tenia sus manos sujetas firmemente sobre su cabeza, no podía moverse, grito con sus fuerzas mientras escuchaba como el hombre sobre el reía ante sus tristes intentos por conseguir ayuda ¿Quién le escucharía?

- ¡¡Suéltame!!- continuaba en su desesperado intento por liberarse, removiéndose con brusquedad intentando evitar con toda su alma lo que sea que podría suceder a continuación…el tipo que le sujetaba, ya un poco harto ante tanto forcejeo y grito le propino unos cuantos golpes en el estomago y en el rostro dejando al violinista sin aliento, sin capacidad para poder pedir ayuda o si quiera para poder luchar por si mismo…

Ya no sabia que hacer, con el rostro cubierto por las lagrimas, desesperado al comenzar a sentir una mano acariciando su cuerpo con lujuria y deseo, asqueado al saber que es lo que sucedería a continuación, algo mareado, con la vista borrosa, sintiendo el sabor metálico de la sangre en su boca, lo mas probables es que tuviera el labio roto…se tenso al sentir como aquella mano que antes acariciaba su pecho intentaba insistentemente entrar en su pantalón…estaba su agresor en eso cuando algo extraño sucedió…Henry pudo escuchar con claridad un fuerte golpe para luego sentir como el hombre sobre el caía inconciente con una herida sangrante a un lado de la cabeza…el joven no pudo mas que abrir los ojos en sorpresa…¿Qué había sucedido? ¿Un milagro?...

Sacando fuerzas de quien sabe donde, se quito al hombre de encima con unos pocos movimientos desesperados…fue así que pudo vislumbrar a aquel que le había salvado de una inevitable violación…

- ¿Estas bien?- pudo escuchar que le preguntaba

- …- Henry no podía decir nada, le ardía la garganta a causa de los gritos, y más aun la sorpresa no parecía querer dejarle, aquel que le había salvado era delgado, algo mas alto que el mismo aunque parecía mayor y maduro…por un momento pensó que un ángel había descendido a salvarlo…

- El bastardo ese te dejo muy malherido…- dijo agachándose para estar a la altura del rostro de Henry…- Te rompió el labio…- dijo notando la sangre saliendo de este- Lo siento si te he asustado…Soy Leeteuk ¿y tu?

- Hen…Henry…- respondió con voz temblorosa…

- Henry…que bonito nombre…- soltó Leeteuk para amenizar el ambiente, logrando sacarle una sonrisa y un sonrojo al mas pequeño…- Vamos, hay que tratar esas heridas…realmente tuviste suerte de que estuviera caminando por aquí…- señalo el mayor recogiendo unas bolsas con comida del suelo…- Puedes venir conmigo, así tratamos esas heridas, puedes confiar en mi…- quizás fue la forma en que dijo esas palabras, la calida sonrisa tras estas o aquella tierna aura maternal que Leeteuk expelía lo que convenció al violinista, pero el hecho concreto es que con algo de esfuerzo Henry se puso de pie, para así acompañar a Leeteuk…

Ambos caminando uno junto al otro, Leeteuk le ayuda a caminar y cargaba sus cosas al hombro, ya que tenía demasiado adolorido todo el cuerpo en especial las costillas, lo más probable es que tuviera un feo moretón allí…Henry estaba adolorido y con frío, la experiencia recién vivida no quería salir de su mente, por poco había sido violado…

En cuestión de unos pocos minutos Leeteuk se detuvo frente a un lugar, que Henry en su medio aturdimiento no pudo reconocer con claridad de que se trataba, lo claro era de que se trataba de una tienda…pero obviando el hecho de que no tenia idea de en donde estaba…solo confió en su salvador…

Leeteuk le tomo de la mano y le guió dentro de aquel lugar, entraron por una puerta lateral escondida dentro de un callejón medio oscuro que hizo temblar a Henry, al hacerlo la mano que sujetaba Leeteuk fue apretada con cariño, transmitiéndole la seguridad que el joven necesitaba en esos momentos…el violinista apenas pudo admirar con detenimiento el lugar por el que pasaban, solo pudo notar que las paredes de aquel pasillo estaban preciosamente adornadas, las luce brillaban de manera tenue…

- ¿Dónde estamos?...- interrogo Henry al momento que Leeteuk le soltó la mano para abrir una puerta…

- En mi tienda...- respondió Leeteuk con una simplicidad que sorprendió al menor…- Entra…aquí estarás bien…- señalo la puerta recién abierta, el violinista se adentro en la media oscuridad de aquella habitación para luego vislumbrar una recamara impecablemente ordenada…

Henry se detuvo cerca de la puerta, la oscuridad le provocaba nerviosismo y le traía a la cabeza los recuerdo de lo sucedido hace tan solo unos minutos atrás…Leeteuk noto el temblor en el cuerpo del menor…

- Puedes quedarte aquí esta noche…- le dijo encendiendo la luz del lugar, y dejando las cosas de Henry cerca de un mueble que allí había…- trataremos esas heridas primero…- dijo señalando el rostro del menor…- luego descansaras y mañana hablaremos sobre lo que se puede hacer…¿Esta bien?- dijo con voz amable acercándose a un armario para sacar unas cosas para tratar esas heridas…

- Si…- soltó con voz temblorosa…- Muchas gracias…- soltó finalmente sentándose en el borde la cama…

- No hay de que pequeño…- le respondió el mayor sentándose junto a el, sacando algodón y algo de alcohol para las heridas…

- De verdad…gracias…- soltó mientras las lagrimas le impedían continuar hablando, la experiencia había sido demasiado traumática…eso era mas que evidente para Leeteuk, realmente agradecía que hubiera llegado a tiempo, sino quien sabe como hubiera quedado…

- No te preocupes…no llores…- le decía mientras pasaba unos de sus brazos por detrás de los hombros del violinista, notando como de primera se tensaba y luego poco a poco se relajaba, aunque sin dejar de temblar…- Todo estará bien…- sin poder aguantar las Henry se arrojó a los brazos de Leeteuk, refugiándose en su pecho calido, sintiendo nuevamente aquella aura maternal como protegiéndole…el llanto no ceso hasta un buen rato, el pobre había quedado demasiado marcado por lo recién sucedido y eso Leeteuk lo podía entender perfectamente…

Fin capitulo 02

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